viernes, 26 de agosto de 2011

Los Sonidos del Cambio


Mi hija tiene 13 años, anoche fuimos a cacerolear a  la plaza de la ciudad ¿por qué? dirá usted o ¿para que?
 La razón es simple. Chile está viviendo un momento histórico, por primera vez en muchos años tenemos en nuestras calles un movimiento estudiantil que partió muy tímidamente, con muchachos algo desorientados y ansiosos, creo que la única convicción clara era sacar toda la rabia contenida luego de tantos y tantos años de injusticia social y desigualdad, pues bien, esta "pataleta de niños" hoy tiene de rodillas a un gobierno de poderosos empresarios.

 Estos jóvenes tienen hoy la posibilidad cierta de inscribirse en la historia con un tremendo cambio social, como lo es una reforma tributaria, o mas aún una reforma constitucional que garantice educación de calidad para nuestros niños y por ende una mejora y crecimiento de la sociedad en su conjunto. 

Y ahí estábamos nosotras, cada vez que mi cuchara de palo (herida de tanto golpear el metal) producía aquel sonido estrepitoso sentía en mi corazón un gozo casi infantil, sentía que cada golpe dado era una conciencia más que despertaba a esta nueva posibilidad, y eramos muchas almas golpeando y golpeando...  lo más importante, cada vez que miraba a mi lado, ahí estaba ella, sonriendo, saltando cada vez que los canticos lo ordenaban, mirando con ojos curiosos un espectáculo nunca antes visto en las calles de nuestra ciudad tan conservadora y pacífica...

 Estimados padres en unos años mas cuando su hijo esté en la universidad, tendrá que estudiar este fenómeno social, y entonces tendrá dos posibilidades, una de ellas es que los aprenda de los libros y lo asimile simplemente como parte de la Historia de Chile, pero está la otra opción, aquella en que apelando a su memoria podrá decir, “yo estuve ahí, yo lo viví, yo fui parte de ese cambio, esta es la historia de mi país pero también es parte de mi historia”. Cada uno decide.

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